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jueves, 9 de abril de 2020

Planes Maléficos

En mi experiencia, en la vida hay siempre gente como Judas,  y allí comprendo la reticencia de los Maestros antiguos o de mi propio Maestro a desconfiar un poco hasta de sus propios alumnos. Hasta el que parece más leal puede defraudaremos, muchas veces para ponerse al lado de otro, al que supone su amigo. Creó yo, que en casos así estos erran en su elección.  Un Maestro que se guía por normas de moral de las artes marciales, a mí me parece con unos hábitos de justicia y ideal de ayudar al más débil. Por eso buscan cierta ecuanimidad, pero aún así nada es seguro.
Aveces, no es el enfrentamiento el que decide quién gana, a veces la tradición de la puñalada por la espalda. No debería ser así, pero un mundo ideal solo lo muestra Disney.
El humano es impredecible, puede ser muy solidario o dar la espalda en un momento. 
Pero de 12 discípulos , uno le salió traidor al Hijo del hombre. Que esperar de la gente común.
Un alumno debe mostrar respeto a su mentor, y no solo a este ,sino al Maestro de su Maestro. Pero, hay gente que va ha hacer TAI CHI CHUAN o Kung Fu o Medicina China, y luego hablan mal de los Chinos. No lo comprendo. Hay gente, que se vuelve racista en expresiones despectivas hacia los amarillos, y al decirlo solapadamente , es como escupir para arriba. Y que hacen entonces practicando una disciplina en que la tradición muestra honrar a los Maestros que en cadena, que cada uno puso un poco de sí para encontrar un método especial.
Por ello, está bien no aceptar a alumnos que no nos brindan confianza o de expulsar a algunos que tengan un comportamiento irrespetuoso, pues el día de mañana puede contagiar o transmitir un comportamiento irrespetuoso al resto de la clase.
Es así que se entiende, a los monjes budistas echando a ciertos alumnos. No es agradable, pero debemos respetarnos y valorarnos nosotros mismos. 
Nosotros debemos decir cuánto valemos.

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